miércoles, 7 de septiembre de 2011

Somos todo ritmo

Entre 26 y 32 días, esto es el tiempo que se considera "normal" para nuestro ciclo menstrual. Los libros suelen hablar de 28. Si nos quedamos con este último dato, el nexo a otro ritmo de esta característica es el de la luna. El satélite tarda 27,3 días en dar la vuelta a la tierra. 

Pero las paralelas no se acaban aquí, los dos ciclos (lunar-menstrual) tienen 4 fases que se corresponden:

Luna creciente: durante esta fase crece el endometrio y madura un óvulo. En estos días solemos tener más energías y ser más optimistas.

Luna llena: Tiene lugar la ovulación, estamos pletóricas, extrovertidas, nos sentimos las más guapas del mundo.

Luna menguante: Si no ha tenido lugar una fecundación, se desprende el endometrio, y a nivel emocional nos retiramos.


Luna nueva: Es cuando empieza la menstruación, es el inicio de algo nuevo. Los primeros dos tres días solemos estar más suscetible, nerviosas, tristes.

Antiguamente el ciclo menstrual iba en sintonía con el de la luna. Es más, y todas lo habremos vivido alguna vez, si hay mujeres viviendo juntas, los ciclos se suelen ir acoplando. Lamentablemente, con la vida moderna, las iluminación artificial y los anticonceptivos se ha ido perdiendo. Además, entre las mujeres modernas hay un afán de funcionar siempre igual, mantener el ritmo accelerado todos los días y no permitirse descansar y peor aún, no aceptar este ciclo rítmico, lleva a problemas que todas conocemos y que todas hemos padecidos: dolores, irritación, retención de líquidos y un largo etcetera.

Un remedio muy fácil y complicado a la vez, es concienciarse del propio ritmo, aceptar que haya días mejores y días con menos energía y retirarse durante 1 o 2 días cuando empiece la menstruación. Lo mejor de todo sería retirarse físicamente, pero suele ser muy regenerativo también retirarse de los demás, apagar el móvil, reducir actividades y dejarse guiar por la intuición. Ella nos dirá qué necesitamos en cada momento. Si se mantiene esta atención, succede algo curioso: con el tiempo el ciclo se acopla otra vez al lunar y desaparecen las molestias físicas y emocionales.